Al termino del II Congreso del Libro Electrónico

Declaro antes de proseguir que mis impresiones son mediadas, pues no he asistido al congreso sino de forma virtual o telemática.

Declaro también que mi posición de partida sobre este congreso era crítica (se puede leer aquí).

Así pues estas son mis impresiones y como siempre digo, puedo estar equivocado, no hay obstáculo apra debatir.

Si una de las cosas que se criticó al I congreso fue que terminó por parecer un congreso de vendedores de e-readers, el II congreso lejos de mejorar esta impresión la ha empeorado si cabe.

Otra de las críticas que se movieron al I congreso fue que cierto número de participantes arremetieron contra el libro electrónico. En la II edición ha habido una clara exhibición de ninguneo, con varios editores que han articulado cómo no les interesa el libro electrónico por varios motivos, subrayando como factor decisivo que las ventas son bajas y por lo tanto decidir invertir en ello no está en sus mientes. Quisiera ver un congreso de constructores de coches en que dicen que como se venden pocos coches no se habla de invertir en nuevas formas de producción. Hay un punto de oscenidad en esto. Si bien las ventas de libro electrónicos son bajas al parecer son las únicas que subir. ¿Hay lógica en no invertir en ellos? Destaco asimismo que por segunda vez se han invitado a hablar del libro electrónico editoriales grandes o medianas, no pequeñas ni mínimas, ni mucho menos solo digitales en un mesa redonda. Me resulta como mínimo curioso.

Me resulta igualmente curioso constatar que no ha habido ningún debate sobre la calidad del libro electrónico y de la necesidad obrar en ese sentido para dar sentido (valga la redundancia) a la oferta y la demanda (incentivando a la compra con ediciones de calidad contrastada). Pero claro viendo que la tendencia era la que era (ningún o poco interés por el objeto del congreso) no cabía esperar otra cosa.

Los modelos de negocio son algo infaltable y se exponen sí o sí en cada ocasión. Ni en la primera ni el la segunda edición del congreso barbastrino ha habido un debate sobre el modelo o modelos culturales al que el libro electrónico podría dar vida. Para mi es significativo.

Concluyo con una nota crítica aguda. La intervención de Pierre Danet ha sido la que menos eco ha tenido (incluyendo a los periodistas presentes). Cierto es que la intervención era técnica, como la presentó Pablo Barrio, pero no menos cierto es que era estratégica. Y esto lo han pasado por alto casi todos ( incluyendo a los periodistas presentes). El silencio que ha rodeado a las palabras de Danet sobre la situación del sector editorial en relación a los estándares y a la participación en su construcción es elocuente. Pablo Barrio lo ha dicho bien, subrayando la intervención de Danet: “Somos la retaguardia, sin estrategia, de la publicación electrónica en el mundo”. Y por cierto me llama la atención que existiendo la W3C en España se haya llamado a un francés. Algún motivo habrá que desconozco.

Esta es la situación. Mientras en el congreso puede hablarse del vino de somontano o de nuevas tarifas o de nuevos cacharros. Pueden seguirse hablando siempre de lo mismo, con un efecto negativo multiplicador a medida que transcurre el tiempo sin tomar iniciativas, o colocando topicazos como el deficit de atención lectora, presunto, del libro electrónico o de la lectura social.

Lo dicho, me alegro de no haber ido.

PS: alguien debería aclarar cual ha sido la política seguida para las retransmisiones en streaming de las distintas discusiones. Lo digo porque sin está aclaración se da pábulo a todo tipo de hilaciones, por lo general ninguna positiva para el congreso.