Cuántos lectores digitales


Un tema de reflexión que aparece últimamente es cuántos lectores digitales hay o dicho de otro modo si el #ebook tiene, de veras, algún futuro.

Antes, sin embargo, quiero fijar algunos puntos, unas premisas:

  • se lee más que antes, más que nunca. Es posible, no implica que se pague por lo que se lee o que lo que se lee esté editado. Una nota: ciertamente existen muchas más posibilidades de lectura, ¿alguien puede indicarme cómo se ha medido el incremento de lectura real o es solo un cálculo buenista sobre la base de las posibilidades?
  • El pirata no compra libros y la piratería existían aun antes de la revolución digital.
  • El lector medio de #ebooks no distingue entre calidades pero si entre precios.
  • sobre los datos del del #ebook en España reina la opacidad y fuera de aquí la parcialidad también es notable, no solo porque se desconoce la naturaleza de los datos y su dimensión completa sino porque falta asimismo una definición de ebook (quien incluye el pdf como un formato quien no, por ejemplo)

Con este cuadro hablar de la salud de la edición digital, de su influencia y alcance, de su futuro o del número de lectores es bastantes difícil, incluso porque el número de lectores en España es desconocido (porcentajes sí, los que se quieran)

Sin embargo, en un alarde de inconsciencia voy a intentar una aproximación a la cuestión cuántos lectores digitales existen y que futuro puede tener la edición digital.

El grupo más relevante de lectores frecuentes (datos del barómetro de la FGEE) es el de la franja demográfica entre 14 y 34: con los datos de población de 2007 calculo que son 8.730.799, algo más del 19% sobre el total de la población. Poco claros son los datos del barómetro, o eso me parecen, pero indican muy claramente que la penetración del #ebook entre los lectores frecuentes no tiene una pegada devastadora. Remitiendo esa tendencia a ese mismo grupo de edad (14-34) los últimos informes indican que no tiene como mayor interés la lectura en formato digital pues prefiere emplear su tiempo en otros menesteres digitales: con mis cálculos rudimentarios y no muy precisos me salen 213.904 españolitos entre 14 y 34 con interés en leer libros en formato electrónico (cualquier corrección de la cifra es bienvenida, mis dotes matemáticas son limitadas). Y sin embargo la lectura digital experimenta una tendencia sostenida al alza, aunque sea con guarismos de poco empaque. En otras palabras: el público objetivo del libro electrónico es exiguo, pero crece. Crece en dos formas: en cantidad de libros leídos y comprados; demográficamente en el tiempo. Este último aspecto debe ser estudiado: ¿se mantendrán como lectores digitales? ¿caerán con la edad? ¿crecerá su impacto porque las nuevas generaciones no verán el libro electrónico como las ven las actuales?

Si existe un estancamiento del #ebook no se debe a falta de lectores, se debe a que los lectores frecuentes son pocos y no han pasado, armas y bagajes, al libro electrónico ni hubieran tenido porque hacerlo. Pocos lectores frecuentes son un problemas para editores, autores y país. Las editoriales que editan en exclusiva o en forma prevalente libros electrónicos deben hallar soluciones porque su público es hoy menor al poco de los lectores frecuentes. Y si encuentran esas medidas es posible que mañana estén en condiciones mucho mejores para entender y practicar la edición del futuro

¿Qué hacer?

No soy pitoniso, propongo lo que creo puede dar resultado.

  • Sumar esfuerzos, y no hablo solo de la consorciación entre pequeños editores, con todos los sujetos implicados en la creación, edición, comercialización, lectura, difusión del libro: hay que crear lectores.
  • Experimentar alianzas con libreros para insistir en la compra local, también de libros electrónicos.
  • Aumentar la calidad editorial de los libros.
  • Gratificar al lector frecuente con lecturas a su altura.
  • Desarrollar formas de gestión compartida de recursos tangibles e intangibles.
  • Editar en formatos que garanticen la libertad personal del lector.
  • Editar en varias lenguas el propio catálogo.
  • Experimentar formas de coedición, de cesión mutua de derechos de autor, de traducciones del propio catálogo: fomentar una red internacional del libro electrónico en las condiciones de calidad, cercanía, libertad que se han enumerado más arriba.
  • Proponerse la creación de una feria del libro electrónico que rompa la pared invisible con el lector, lo traiga a la cercanía física del editor y del autor, que incite el debate, que fomente redes.

3 comentarios en “Cuántos lectores digitales

  1. Algo falla en el mercado del libro electrónico y sin embargo se lee. A pesar de algunas editoriales, se lee libro electrónico; a pesar de vender productos «user-enemy», se lee libro electrónico; a pesar de Libranda; a pesar de, en muchas ocasiones, la falta de promoción… Si a pesar de todo hay lectores digitales, creo que sí hay futuro.

    Un dato: el consumo de videojuegos y/u ocio electrónico no decae con la edad. Dudo que los lectores digitales de hoy abandonen mañana para volver al papel.

    ¡Saludos!

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